El futuro del mercado laboral

Día de coaching en Barcelona, con tiempo primaveral.

He tenido acceso, gracias a un experto en valores, al documento de PricewaterhouseCoopers, La gestión de personas en 2020. El futuro del mercado laboral. Se trata de un diseño de tres escenarios (mundo azul, mundo verde, mundo naranja) coordinados por el profesor James Martin de la Said Business School (Universidad de Oxford) y una encuesta a 3.000 jóvenes de la “generación del milenio” de Estados Unidos, China y el Reino Unido.

¿Qué podemos esperar de la próxima década? Que las grandes empresas se convertirán en miniestados (espero que respeten la legalidad internacional y la de cada país), que desaparecerán los límites entre la vida laboral y personal (miedo me da) y que las funciones de RRHH se realizarán desde fuera de la empresa (como consultor, eso ya me gusta más).

“RRHH seguirá alineándose con la empresa, para lograr objetivos corporativos concretos. Esto redundará en que RRHH experimentará una mayor necesidad de medir su aportación a la cuenta de resultados”, dice el infome. ¿Seguirá alineándose? Es la excepción, no la regla de las organizaciones. ¿Aportación a la cuenta de resultados? El propósito de toda empresa no es maximizar el beneficio (eso es suicida) sino sobrevivir a largo plazo (la esperanza de vida de las compañías se ha reducido a un tercio –menos 66%- en 25 años).

Con los ejes fragmentación-integración e individualismo-colectivismo, obtenemos tres escenarios:
- lo pequeño es bonito (empresas-red), que es el mundo naranja (de fragmentación)
- empresas preocupadas (colectivismo e integración, a través de la responsabilidad social corporativa): el mundo verde
- la empresa, reina y señora (individualismo e integración: grandes corporaciones).

Para cada escenario, el informe analiza el modelo de gestión de personas (gestores de RRHH, servicios compartidos, centros de excelencia y agentes del cambio, según la metodología de Ulrich).

Con todo respeto, no creo que los escenarios sean muy diferentes. En un mundo en el que cada vez más el talento es más escaso que el capital, atraer, fidelizar y desarrollar a los más capaces y comprometidos, con un contexto adecuado, será más importante que nunca. En la próxima década, la RSC se tomará más en serio: será menos propagandística y más útil, más realista. Convivirán grandes corporaciones, en todos los países del mundo, con “agentes libres” trabajando juntos (pulgas y elefantes, en la terminología de Charles Handy) y la tecnología, que efectivamente llegará a todos los ámbitos (como se indica en el informe) no controlará sino que liberará.

Y nosotros que lo veamos…