Isabel Coixet

Segundo día en Port Aventura. A las 9, “Bon día Woody”: un desayuno con los muñecos del Parque (el Pájaro Loco y su chica, llamada Winnie, Shreck y Fiona). Han estado un montón de tiempo con los niños, haciéndoles bromas, bailando con ellos, firmando autógrafos… Zoe ha comentado que, a diferencia de otros parques, estos personajes sí que están dedicados a los niños…

A eso de las 10, hemos entrado en el parque de nuevo. Otro paseíto por el submarino (y ya van tres), el espectáculo de baile de la Polinesia, un par de atracciones en China, México, el tren Tomahawk en el Far West (he ido con los ojos cerrados porque a mí las cosas de vértigo no me van nada) y hemos comido (lasaña y pizza) en el Oeste americano.

Después de dejar las cosas en la habitación, tarde de piscinas y toboganes acuáticos en el Caribe Park. Lo hemos pasado genial.

A las 8 pm, había quedado con mi hermana (que tienen un apartamento en la playa a unos 40 km de aquí), mi cuñado y mis sobrinas. A Zoe le encanta jugar con sus primas, Carolina y Cristinita. Hemos visto la tienda de Port Aventura junto al hotel y cenado al aire libre en Port Regata, viendo un espectáculo de Pinocho con actores reales (muy entretenido).

A Caribe Park me he llevado el libro Isabel Coixet, de Rafael Cerrato. El profesor Cerrato es catedrático de instituto, organiza seminarios de cine y ha investigado la obra cinematográfica de distintos directores (Víctor Erice, Iñárritu). Este libro está prologado por Sarah Polley, protagonista de La vida sin mí y (junto con Tim Robbins) de La vida secreta de las palabras, además de directora y guionista de extraordinario talento (suya es Lejos de ella, nominada al Óscar al mejor guión adaptado y con Julie Christie nominada a mejor actriz). En el prólogo, Sarah Polley dice de la Coixet, “personalmente, es la persona más generosa, divertida, temperamental, sabia, inmadura, maternal, infantil que nunca he conocido. Lo es todo a la vez, estallando de vida. Tiene una empatía y una perspicacia para otros seres humanos que es asombrosa. Es alguien que hace que la vida parezca vertiginosa. Nunca he visto a nadie leer tantos libros, ver tantas películas, probar tantos restaurantes y viajar a tantos sitios en una semana.” En otro ámbito, diríamos que Isabel Coixet es una Mujer Líder.

Me ha encantado esta investigación sobre la vida y obra de esta directora española. Analiza el contexto sociopolítico (“el antiguo complejo de inferioridad ha ido despareciendo. La transformación de España ha afectado, como es lógico, al mundo del arte”), enriquece su biografía con una entrevista personal (su nacimiento en Barcelona en 1962, su formación humanística –Historia en la Universidad, con dos grandes profesores: Josep Fontana y Alexander Cirici-, sus películas favoritas -Dreyer, Bergman, Sirk, Allen-, su paso por la publicidad –una buena escuela-, sus primeras pelis…). “Creo que el cine es una enfermedad, y, entonces, yo estoy muy enferma (Isabel Coixet). Sobre la crisis del cine, expone: “Creo que fundamentalmente es la pereza, que tiene que ver con la inmediatez, que ahora es un valor. Nosotros valorábamos el proceso de ir al cine, que es un acto en el que hay que salir, escoger, entrar. Ahora ha sido sustituido por cosas que producen satisfacción más inmediata: los videojuegos, los putos mensajitos, internet, el fútbol.”

Rafael Cerrato nos enseña que “la poética cinematográfica de Isabel Coixet se caracteriza por la reiteración en el tratamiento de determinados temas y por el uso de unas formas que derivan de una manera muy peculiar de ver y vivir el cine: la comunicación oral, la comunicación visual, el compromiso social, la vida cotidiana, la soledad y el amor (“tema que en sus películas está siempre tratado con gran delicadeza y profundidad: como un complejo proceso mental-espiritual-sexual”).

Hasta la fecha, Isabel Coixet ha dirigido cuatro cortometrajes:
- Mira y verás (1984)
- La insoportable levedad del carrito de la compra (2004), dentro de la película ¡Hay Motivo!
- Bastille (2006), dentro de la película París Je T’aime
- Cartas a Nora (2007), dentro de Invisibles

y siete largometrajes:
- Demasiado viejo para morir joven (1988)
- Cosas que nunca te dije (1995)
- A los que aman (1998)
- Viaje al corazón de la tortura (2003)
- Mi vida sin mí (2003)
- La vida secreta de las palabras (2005)
- Elegy (2008)

Isabel Coixet es uno de mis directores favoritos, sin ningún género de dudas. Tuve la suerte de charlar con ella en una feria del libro de Madrid en el que los dos firmábamos ejemplares (charlamos sobre el hecho de que su hija también se llame Zoe, entre otras cosas) y le mandé La sensación de fluidez.

He aprendido mucho de este libro (por ejemplo, la admiración hacia John Berger, que es desconocido para mí). Me quedo con la lista que hace Ann (Sarah Polley en Mi vida sin mí cuando sabe que tiene un cáncer terminal):

“Cosas que hacer antes de que me muera:
1. Decir a mis hijas que las quiero varias veces al día.
2. Encontrar otra esposa para Don que les guste a las niñas.
3. Grabar mensajes de cumpleaños para las niñas hasta que cumplan los dieciocho.
4. Ir juntos a Whaleybay Beach y organizar un gran picnic.
5. Fumar y beber tanto como quiera.
6. Decir lo que pienso.
7. Hacer el amor con otros hombres para ver cómo es.
8. Lograr que alguien se enamore de mí.
9. Ir a ver a papá a la cárcel.
10.Ponerme uñas postizas. (Y hacer algo con mi pelo).”

“Así, acompañando a Ann, vamos redescubriendo la magia de la vida cotidiana en su maravillosa complejidad”, escribe Rafael Cerrato.