El polvorón

Programa doble. Por la mañana, presentación de los resultados de la encuesta de clima al equipo de la dirección de recursos humanos de una de las principales empresas de Andalucía. Una compañía innovadora, entre las preferidas para trabajar en toda España, que ha avanzado radicalmente el ambiente de trabajo en los últimos cuatro años y que es muy consciente de que todavía ofrece muchas oportunidades de mejora, que va a aprovechar. Por la tarde, ya en Madrid, cinco horas de trabajo sobre valores con una compañía nacional, entre las más grandes de su sector. En ambos casos he disfrutado un montón de directivos y organizaciones que avanzan en estos momentos tan difíciles.

En el AVE de vuelta a la capital de España, en la comida estaba incluido un polvorón de la Estepa, para mí el primero de la temporada. Es como un comienzo oficial de la navidad, aunque las calles están engalanadas con motivos navideños desde hace varios días y ya se han celebrado varias comidas y cenas de negocio.

Por otro lado, me ha alegrado conocer por la prensa que el parlamento europeo ha desestimado la propuesta que abría la puerta a la jornada laboral de 65 horas (sí, de 65 horas). Votaron en contra 421 diputados (se necesitaban 393 para acabar con la propuesta), entre ellos todos los eurodiputados del PSOE y el PP, que celebraron juntos con champán la victoria parlamentaria. Una gran noticia. Necesitamos defender el sistema del bienestar de la Unión Europea, un ejemplo de civilización.

La noticia, según la Agencia EFE, es la siguiente: “España trata en estos momentos de recabar el apoyo de otros países de la UE para frenar la posible ampliación hasta 65 el tope de horas de trabajo semanal, una propuesta que para el ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho, acerca a Europa "más al siglo XIX que al siglo XXI". El ministro, que ha abandonado Luxemburgo rumbo a Ginebra antes del fin de la reunión con sus homólogos comunitarios, ha cargado con dureza contra la reforma de la directiva de Tiempo de Trabajo que los Veintisiete tratan de sacar adelante hoy. "Creo que es una regresión en la agenda social, me ha sorprendido mucho que se hable de 65 horas laborables a la semana y que además se diga que es un avance social", ha indicado. Para Corbacho, esta medida es "algo que a los ciudadanos y a las ciudadanas les va a costar entender". "Que Europa no se sorprenda después si los ciudadanos se distancian cada vez más" de la Unión, ha advertido en declaraciones a los periodistas. El ministro ha explicado que es posible que hoy se introduzcan modificaciones al texto presentado por la Presidencia de turno eslovena -al que España se opone, pero que es considerado positivo por una mayoría de países-, pero ha afirmado que probablemente éstas no afectaran "al tema de fondo, que son las 65 horas". Corbacho ha asegurado que el Gobierno "sólo reconsideraría su posición si las enmiendas que hubiera fuesen de fondo", porque cree que el nuevo tope de 65 horas que sería posible en caso de acuerdo entre el empleado y el empresario supone "una regresión en la agenda social". Por ello, España trata de recabar apoyos en contra de la directiva, después de que los que fueran sus principales aliados -Francia e Italia- hayan cambiado su postura en los últimos meses. Corbacho admitió, no obstante, que es poco probable que el texto pueda ser bloqueado, pues hay una clara mayoría de países a favor. El ministro ha criticado que, tal y como está planteada la propuesta de la directiva, la negociación entre el trabajador y el empresario sobre la jornada laboral sería individual y "nunca de carácter colectivo". Además, ha denunciado la "contradicción" que supone el texto, pues una de sus bases debería ser "garantizar la salud y la calidad de vida de las trabajadoras y los trabajadores". Por ello, ha asegurado que España va a trabajar para que la propuesta sea modificada en su tramitación en el Parlamento Europeo y ha instado a los eurodiputados a que tengan en cuenta las elecciones europeas del próximo año en las que tendrán que pedir el voto a los ciudadanos. "Espero que el Parlamento Europeo no acepte esta propuestas tal como puede salir hoy de aquí", ha añadido. En cuanto a la situación del sector sanitario, que ha acelerado la negociación de los países, Corbacho ha asegurado que todos reconocen que hay sectores que necesitan una singularidad de horario, pero aseguró que las guardias de los profesionales deberían considerarse tiempo de trabajo. El Tribunal de Justicia de la UE ha reiterado en distintas sentencias que los periodos inactivos de las guardias deben ser considerados dentro de la jornada laboral, frente a la posición de la mayoría de países que lo rechaza por el coste que la medida implicaría para los sistemas públicos de Sanidad. El ministro español ha señalado que el marco europeo debería ser "de protección", aunque luego pudiesen introducirse diferencias nacionales.”