Educación y competitividad

9 del 9 del 2009. Proyecto de Valores esta mañana con una empresa cliente, vuelo a las 3 de la tarde y reuniones en Galicia para el desarrollo de programas de coaching.

Ayer se presentaron dos informes que sacan los colores a la sociedad española. De una parte, el “Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE 2009” y de otra el “Informe de Competitividad 2009-2010” del Foro Económico Mundial de Davos.

La OCDE, con datos de 2007, muestra que el 49% de los españoles de entre 25 y 64 años sólo posee estudios obligatorios. Son veinte puntos menos que hace diez años (partíamos de muy atrás), pero seguimos nueve puntos por debajo de la media. De los 30 países de la OCDE, sólo dos (México y Portugal) tienen un nivel de abandono peor que España. En nuestro país, el 22% sólo posee estudios primarios y el 27% ha cursado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). La tasa de graduados en Educación Secundaria Posobligatoria (Bachillerato y FP de Grado Medio) es del 74%, ocho puntos más que hace cuatro año, nueve puntos por debajo de la media de la OCDE y doce de la UE. Sólo México, Chile y Portugal están peor en este dato. Recordemos que el objetivo de Lisboa para 2010 era llegar al 85% de la población que ha estudiado al menos hasta secundaria. Por tanto, nos vamos a quedar a once puntos de ese reto. Con tasas de abandono y fracaso superiores al 30%, las cosas no van nada bien.

En cuanto al ranking del FEM, España cae cuatro puestos en competitividad, del 29º al 33º. La nota es de 4’59 puntos sobre 7, y nos han superado la República Checa (31º) y Brunei (32º). El sector financiero español ha retrocedido catorce posiciones, desde el 36º al 50º. Nuestro país es el 13º en tamaño del mercado, el 22º en infraestructuras y el 33º en calidad de su formación superior. Sin embargo, es el 49º en credibilidad del marco institucional (administración, justicia); en estabilidad macroeconómica ha pasado del 30º al 62º y en rigidez del mercado laboral somos los 122º sobre 133 países.

Desgraciadamente, con señales así está claro que estamos perdiendo el futuro como país. Y aún peor, esta noticia será “flor de un día”, que servirá para que los más críticos con el gobierno se rasguen las vestiduras y los progubernamentales se justifiquen. Se nos debería caer la cara de vergüenza. El gasto público en educación en España es el 4’3% del PIB. En la UE-19 es del 5’2% y en los países nórdicos entre el 6’1% y el 6’8%. Para mejorar la educación, hemos de tomárnoslo en serio: los profesores deberían actualizarse, dominar la pedagogía y cobrar mucho más de lo que cobran. El profesor, que es clave, no recibe en nuestro país el reconocimiento que merece. Y los directores de centro (fundamentales para la calidad educativa) no lideran en absoluto, porque no saben cómo hacerlo.

En cuanto a la pérdida de competitividad (y, por tanto, de productividad, la otra cara de la moneda), ya era malo el dato del puesto 29, pero la caída de cuatro puntos (la mayor caída de la UE). En inversión en I+D, España es el 15º país de la UE. Un 60% de la I+D europeos está concentrado en Alemania, Francia y Gran Bretaña. De nuevo, los países nórdicos dedican más del 3’5% al PIB y España el 1’27% (la media europea es del 1’85%).

No nos confundamos. A nivel micro, el 60% de la productividad de las organizaciones depende de la calidad directiva, de la capacidad y el compromiso de quienes dirigen, de su liderazgo. En cooperación entre empresarios y sindicatos somos los 86º del mundo y en remuneración ligada a productividad, los 91º.

Habrá ganadores y perdedores, como no me canso de repetir en público y en privado. Quienes se tomen en serio el desarrollo, la educación, saldrán adelante. Quienes no, se lamentarán de su suerte.

Por la noche me tomé la molestia de ver el resumen del debate en el Congreso de los Diputados (sin comentarios) y la presentación de Obama en el Congreso para defender su plan de reforma sanitaria. Es como ver el liderazgo (y la falta de él) en dos planetas distintos. ¿Por qué no aprendemos?