Cerillas y bidones de gasolina

Desayuno en Port Aventura, una vez finalizado el Congreso. Me encanta comprobar que varios de los participantes le han pedido a sus familias que se reúnan con ellos allí para pasar el fin de semana. Un buen ejemplo de equilibrio de vida. Los niños nos muestran el camino.

Tomo, junto a la profesora Silvia Damiano y su compañero Karl, el AVE que pasa por Camp de Tarragona a las 10.30 hacia Madrid. En el trayecto, converso con ellos sobre NeuroLiderazgo (cómo no aprovechar su sabiduría en estos momentos), sobre el Congreso de Los Ángeles de la semana que viene, sobre próximas iniciativas. Se nos ha pasado el viaje en un vuelo.

Por la tarde, he aprovechado un par de horas para ir a ver Millenium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. El martes tenemos Cine Fórum con APD y tengo que preparar el debate que mantendré junto a Eduardo Montes, que ha sido Presidente de Siemens y del Club de Excelencia en la Gestión.

Si en su día enfoqué la primera parte de la trilogía Millenium como Los hombres que no amaban a sus empresas (el artículo de Cine de gestión en Expansión de 29 de junio de este año puede consultarse en http://www.expansionyempleo.com/2009/06/29/opinion/1246275491.html), en esta segunda obra creo que es el desaprovechamiento del talento femenino lo que podemos aplicar de la novela y la película a la empresa.

La investigación que sigue la revista Millenium es sobre trata de mujeres (explotación sexual) y se relaciona en el relato con la vida de Lisbeth Salander (seudónimo de Internet: “avispa”). Una mujer valiente, decidida, serena, en cierto modo optimista… antisistema (con dinero y sin dinero). Una “avispa”, frágil, diminuta, que puede morir de un manotazo o puede hacer mucho daño…

La película sigue el estilo de la primera parte de Millenium. Fiel a la novela, sintetiza lo más importante, va al grano. Me ha gustado. Esto seguro que el próximo martes el Cine Fórum de APD va a ir de maravilla.

PD: Del Real Madrid y el partido jugado en Gijón, mejor no hablar. Las excusas se están imponiendo sobre la acción. Es una lástima.