Quienes merecen admiración

Día tranquilo y primaveral en Madrid. Hemos ido a Kinépolis esta tarde a ver en 3D de alta definición Cómo entrenar a tu dragón, la última película de Dreamworks (Schrek, Madagascar). A Zoe le ha encantado, que es de lo que se trata.

Gracias, muchísimas gracias por la acogida que habéis dispensado al libro de Guardiola. La segunda edición de Liderazgo Guardiola saldrá el próximo martes día 30, y según la editorial Planeta el 70% de la edición ya está cubierto por las peticiones de las librerías catalanas de cara a Sant Jordi. Y eso que todavía faltan numerosas sorpresas. El lunes Leonor Gallardo estará en un programa de TVE desde Sant Cugat sobre “La soledad del entrenador” y un servidor en El País en el encuentro digital con los lectores de este periódico. Y tras la semana santa, presentación de Liderazgo Guardiola en Barcelona, organizada por AEDIPE con la colaboración de APD y EADA, con los autores, la prologuista (Susanna Griso), el epiloguista (Gabriel Masfurroll, consejero de APD), el Presidente de AEDIPE (Ricard Alfaro) y numerosas sorpresas muy agradables, justo el día antes del clásico en el Bernabéu, en el que muy probablemente se decidirá esta Liga. Según el editor, se están superando las mejores expectativas, y eso sólo es posible gracias a vosotros.

En el último número de la revista Fortune, precisamente el estudio 2010 de las empresas más admiradas (el modelo de esta publicación es el que utilizamos, desde la admiración, para analizar el estilo de Liderazgo de Pep Guardiola). Los 50 primeros son Apple, Google, Berkshire Hathaway, Johnson & Johnson, Amazon, Procter & Gamble, Toyota, Goldman Sachs, Wal-Mart, Coca-Cola, Microsoft, Southwest Airlines, Fedex, McDonald’s, IBM, General Electric, 3M, Morgan Chase, Walt Disney, Cisco Systems, Costco Wholesale, BMW, Target, Nike, Pepsico, Starbucks, Singapore Airlines, Exxon Mobil, American Express, Nordstrom, Intel, Hewlett-Packard, UPS, Nestlé, Caterpillar, Honda, Best buy, SONY, Wells Fargo, EBAY, Nokia, Samsung Electronics, Deere, L’Oréal, AT&T, Lowe’s, General Mills, Marriott, Dupont, Volkswagen. 17 compañías han estado en el All-star desde que empezó esta lista en 2001. Apple es el Guardiola de este año: el 51% de los Consejeros Delegados la eligieron como la más admirada. “Los clientes de Apple son más que clientes; son fans. El mundo entero contuvo la respiración antes del anuncio del iPad. Esto es gestión de la marca en su mejor expresión” (Norbert Reithofer, CEO de BMW). Apple y Google son como el Madrid y el Barça: se distancian de las demás. La clave es la integridad (el artículo lo ha escrito Anna Bernasek, que ha publicado este mes de marzo La economía de la integridad): “La ventaja competitiva de la confianza nunca ha sido más importante ni más valiosa” (Ken Chenault, Consejero Delegado de American Express). ¿Hay alguna relación entre las empresas más admiradas del mundo y los HR Excelence que entregó CRF hace dos días? Vodafone es la 3ª más admirada en Telecomunicaciones (tras Verizon y ATT, por delante de Telefónica y BT). Zurich es la 2ª en Seguros financieros, tras Berkshire Hathaway. Axa es la 6ª en seguros de vida, y la primera europea. Oracle es la 2ª en software, tras Adobe. Unilever, Kellog, Danone y Kraft están entre las 7 primeras en alimentación. Steelcase es la 6ª en equipamiento. Amgen es la 7ª en farma, tras Abbott, Johnson & Johnson, Novartis, Roche, GSK y AstraZeneca. Samsung es la 2ª en electrónica, Siemens la 5ª y LG la 7ª. McDonald’s es la 1ª en restauración. Michelin es la 3ª en auxiliar de la automoción; Volkswagen 4ª y Peugeot 7ª en vehículos. Y no olvidemos que el listado de Fortune sólo tiene en cuenta a las 500 mayores empresas del mundo. El éxito no es por casualidad.

En la misma revista norteamericana, la fascinación de las grandes corporaciones de aquel país por captar talento proveniente de los militares. El Director de Operaciones de Wal-Mart, Bill Simon, es un veterano de la Armada (25 años en el ejército) y el mítico Sam Walton provenía del U. S: Army, como Ross Perot (EDS) y Fred Smith (Federal Express). La mitad de las 100 mayores empresas de EEUU han reclutado durante los últimos tres años. ¿Qué buscan las empresas en este talento? Saben afrontar la ambigüedad, dirigir equipos, ser valientes, resistir la presión… En un momento en el que las personas han perdido la fe en muchas instituciones, la capacidad de liderazgo es más importante que nunca, opina Jeff Immelt, Consejero Delegado de General Electric.

Doblete de Gabriel Masfurroll en la prensa de hoy. En Marca habla (sin tener que citarlo) de Leo Messi, “el Di Stefano del siglo XXI”: “para mí, el mejor es aquél que es muy, muy bueno técnicamente, pero también, y quizá más importante, tácticamente, inteligente y también disciplinado. Además, es el que hace mejor a su equipo. El que actúa como uno más, es solidario y humilde y no se considera el único. Es aquel al que los demás compañeros y el propio entrenador reconocen como el mejor y él, sabiendo que lo es, admite que lo es gracias a todos sus compañeros. Por eso el fútbol es un deporte de equipo. No se trata de ser el más guapo, ni el más sexy ni el más filigranero. Las mejores tabletas de chocolate se fabrican en Suiza o en Bélgica y sirven para otras cosas. No nos equivoquemos buscando los tres pies al gato”.
En Expansión, Gabriel escribe sobre Reinventarse o S.O.S. Propone a nivel nacional que, más allá del ladrillo y la banca, prosperen la medicina, la industria del deporte (“Qué mejor embajador, qué mejor marketing, que tener a deportistas como Nadal, Gasol, Alonso, Pedrosa, Contador, el Barça, el Madrid, las selecciones de fútbol, de baloncesto, etc.”) o la agricultura.

Es el camino de la admiración (a Guardiola, a las empresas que cita Fortune, a Leo Messi, a quienes mejor lo hacen en distintos sectores) o el de la envidia. En Cinco Días, el maestro Javier Fernández Aguado escribe sobre Claudio: navegar con bandera de tonto. Nos recuerda que la envidia (in videre: ver de soslayo) “forma parte esencial de la idiosincrasia española” y nos enseña que el Emperador Claudio, sucesor de Tiberio, simuló la estupidez y eso le salvó de la muerte. “En muchas organizaciones sucede igual”, comenta Javier. Durante el reinado de Claudio, Roma vivió una expansión similar a la de Augusto. Y al final de sus días fue deificado. “La envidia pocas veces es empleada respecto a los difuntos. Por eso, muchos sólo aplauden a los que van camino del camposanto. Más emulación y menos envidia beneficiaría a personas y organizaciones”, concluye JFA.

Efectivamente. No creo en la “envidia sana”. La envidia es un pecado capital, uno de los más estúpidos por cierto. La envidia es fuente de desgracia, de conflicto, de podredumbre. La admiración es fuente de aprendizaje.