Admiro mucho a
mi colega John Kotter, el profesor de Liderazgo de la Escuela de Negocios de
Harvard. He disfrutado mucho con sus libros y le estoy muy agradecido por todo
lo que me ha hecho pensar en los últimos 30 años.
El pasado día
9, escribía el Dr. Kotter sobre que La Gest¡ón (Management) sigue sin ser
Liderazgo. Se refería a una entrevista que le había hecho la BBC, en la que el
periodista seguía confundiendo ambos términos y le preguntaba cómo lograr
organizaciones más eficientes. Al bueno de John (y a un servidor,
evidentemente) que se tomen por sinónimos la gestión y el liderazgo nos pone de
los nervios.
Se cometen tres
errores al respecto, comentaba Kotter:
1. Se
intercambian ambos términos, porque mucha gente desconoce las diferencias
principales entre uno y otro.
2. La gente se
refiere al “liderazgo” como a los ejecutivos en la cúspide de sus compañías. Y
a los mandos intermedios, gestores. Craso error.
3. La gente
cree que el “liderazgo” tiene que ver con ciertas características, de la
personalidad, como el carisma. Otra fuente de problemas, ésa de que el/la líder
nace.
La gestión,
como bien nos ha enseñado John Kotter durante décadas, es un conjuntos de
procesos que incluye la planificación, el presupuesto (sí, ese presupuesto que
más del 70% de nuestras pymes no se toman en serio), la descripción de puestos,
la estructura, la evaluación del desempleo o la resolución de problemas. Y
ayuda a que la organización haga bien las cosas. Cuanto más compleja es una organización
(sea una casa, una empresa o un país), más valiosa es una buena gestión. Es
esencial, pero no es Liderazgo.
Entonces, ¿el
Liderazgo de qué va? Pues va del futuro, de generar una visión compartida e
ilusionante, de encontrar oportunidades y aprovecharlas adecuadamente. Forman
parte del Liderazgo la mencionada visión, el “empowerment” (dar autonomía al
talento), la gestión del cambio. El Liderazgo no tiene que ver con atributos,
sino con conductas observables. Y hace falta, cada vez más, a todos los niveles
de la organización, desde las personas que están en contacto con los clientes
al Comité de Dirección. “La noción de que unas pocas personas extraordinarias
en la cúpula pueden proveer de todo el liderazgo que se necesita es ridícula, y
asegura el fracaso”, opina Kotter.
Algunas
personas (incluidos algunos políticos) piensan que se pueden reemplazar la
gestión y el liderazgo (de ello precisamente trataba un servidor en Dossier Empresarial, apuntando los casos
de Venezuela o Cataluña). No, no son intercambiables. Para ganar el futuro,
hace falta Liderazgo pero del bueno. Y vuelvo a John Kotter: “Hay muy muy pocas
organizaciones hoy con el suficiente liderazgo”. Muchas organizaciones
sobregestionadas e infralideradas es nuestro paisaje empresarial, social y
político.
Esas son las
malas noticias, querido Kotter. Las buenas noticias son que el Liderazgo (que
es el Talento para influir decisivamente sobre los demás) se puede cultivar,
forjar, desarrollar, a través del Coaching, por supuesto.
Eso sí, para crecer en Liderazgo, como en
todo, hay que querer. Y de momento lo que tenemos a nuestro alrededor no da la
talla al respecto, salvo muy valiosas excepciones.
Muy gratitud hacia l@s líderes de verdad que
se plantean su labor desde la humildad del aprendizaje.