El suicidio de la democracia occidental


He estado leyendo una entrevista al gran Bernardo Bertolucci (Novecento, El último tango en París), que estrena su última película, Tú y yo. El veterano director italiano, en silla de ruedas, declara: “Asistimos al suicidio de la democracia. Es muy deprimente. Hemos caído a un punto tan bajo que tengo la esperanza de que surja una voluntad de arreglar el desastre”.
No por casualidad, su compatriota Loretta Napoleoni, economista que lleva más de 30 años en Londres y ha trabajado en el FMI, Chase Manhattan, la FAO y el BERD, acaba de publicar Democracia en venta. Cómo la crisis económica ha derrotado la política. Me gusta la valentía y el rigor de esta autora, que sigue la línea de obras anteriores como La mordaza y Economía canalla (a las que me refería en Del Capitalismo al Talentismo).
¿Cuáles son las tesis de Loretta Napoleoni en Democracia en venta?
- Como en una tribu feudal del Himalaya que estudió Jean-Calude Galey en los 70, en la que unas ricas familias usureras mantienen al resto en deuda perpetua y en la que el cuerpo de la mujer (hijas, hermanas, esposas) es prenda y paga, hemos entrado en una “deuda odiosa o ilegítima” en la que el préstamo está ligado al honor. El anatocismo (intereses sobre intereses) está prohibido por muchas religiones y culturas.
- La Unión Europea piensa seguir creciendo de la única forma que sabe hacerlo: a través de la colonización y la violencia, solo que en su propia casa. Las reservas de oro de países como Italia o España no pueden utilizarse por el veto del Banco Central Europeo.
- En Europa el índice de suicidios nunca ha sido tan alto como ahora, ni siquiera en la ocupación nazi. El factor clave es el “desempleo prolongado” (Timothy Classen, Loyola University, y Richard Dunn, AM de Texas). “De cada 4.000 varones despedidos, uno se suicidará en un mes y otro en los próximos seis meses”, según el estudio. Hasta 2007, Grecia tenía menos de 300 sucidios anuales. Entre 2011-2012, más de 2.500 suicidios. En Irlanda, el perfil del que comete suicidio es hombre de 36 años, en un 40% procedente del sector de la construcción. En Italia, pequeños y medianos empresarios.
- El euro. Antes de la caída del muro y la unificación alemana, Italia y Francia mostraban mayor capacidad exportadora que los germanos. En 2011, las economías mediterráneas presentaban un déficit comercial de 52.000 M € y la alemana, reservas de 131.000 M €. Una moneda fuerte que utiliza los mecanismos de hegemonía y colonización. Redistribución del trabajo en detrimento de la periferia y a favor del centro, carcoma del crédito, beneficio de los grandes bancos europeos, hundimiento de la economía real en el sur de Europa. Es “el saqueo de Eurolandia”, como dice Loretta.
- El fallo de la Unión Europea es no haber previsto y legislado mecanismos de reequilibrio frente a la ventaja financiera de los países más fuertes. “Si el capitalismo occidental, en la época postcolonial, para crecer y competir con el dragón asiático y los mercados emergentes tiene que sojuzgar a su propia periferia, si la clase política para conservar el poder está dispuesta a aceptar esta carnicería, es que el sistema con el que hemos convivido 300 años se encamina a su ocaso”.
- “Alemania se encuentra donde no ha querido estar desde 1945 y es el poder dominador en medio de Europa” (Süddeutsche Zeitung, febrero de 2012). Las políticas de austeridad y la venta del patrimnio nacional no pueden cancelar una deuda superior al 126% del PIB.
- La autora nos presenta la historia de la deuda pública, desde Nixon (fin de la paridad del patrón oro, 1971) hasta la deudodependencia actual. “Hoy en día, el trabajo está considerado como un ‘privilegio’, como afirmaba la Sra. Fornero, ministra de trabajo del gobierno Monti. Unas palabras que a sus colegas de otros países no se les habría ocurrido pronunciar, ni en Alemania, donde el paro está en el 2%, ni siquiera en el Reino Unido, que está en recesión. El trabajo no es una conquista. Es, con el capital, uno de los principales motores de la economía y del bienestar”. La pésima gestión de la economía nos ha llevado a la pérdida de la soberanía monetaria.
- Los “sospechosos habituales” son Mario Draghi (gobernador del Banco Central Europeo desde 2011), Mario Monti (ex PM de Italia), no por casualidad ambos vinculados a Goldman Sachs. Y burócratas exterminadores de la soberanía nacional como Van Rompuy, Durao Barroso, etc. Antes, la Unión se fundamentaba en el equilibrio de cinco países (RFA, Francia, Italia, España y GB). Ahora, Alemania supone más del 25% de la potencia económica europea.
- El caso de Chipre, que para evitar la bancarrota ha caído en manos de Putin. Es la “puerta de ingreso a Europa de rusos y chinos ricos”. En Grecia (como en España y en Italia), para reducir el déficit lo primero que se ha recortado es el “gasto útil” (sanidad, educación, justicia) y no el inútil, el del auténtico despilfarro. Esa austeridad (austericidio) es un boomerang peligrosísimo. La deuda es cada vez más grave porque cada vez somos más pobres.
- ¿Cuánto nos cuesta el euro, ese “Gran Hermano monetario”, en términos de empobrecimiento? La inflación media ha aumentado un 24’9%, la pérdida de poder adquisitivo un 39’7%, los alimentos un 24’1%... ¿y los salarios? En el mismo periodo (2000-2011), un 1’41%. El índice de producción industrial ha bajado 20 puntos respecto a Alemania y el desempleo juvenil en Italia está en el 30% y en España en más del 50%.
- El verdadero problema de los países europeos de la periferia son los desequilibrios comerciales, aunque nadie quiera reconocerlo. La clase dirigente, con su estrechez de miras, lo que convertido en un problema fiscal.
- La Napoleoni pone su esperanza en un cambio de paradigma, como el de Keynes en los años 30. “Para cambiar el mundo hay que crear una nueva realidad que deje obsoleta la actual”.  El nuevo paradigma para Italia, España, Portugal o Grecia es dejar de ser los convidados de piedra de la Unión para aliarse con el resto del Mediterráneo (y en nuestro caso, claramente, con Iberoamérica, me permito añadir).
Un libro que da mucho que pensar. Con el capitalismo actual, suicida, no hay salida.        
Bertolucci decía en la mencionada entrevista de Juan Sardá: “Tenemos que volver a poner los valores como prioridad”. No puedo estar más de acuerdo. Y por ello, poner el talento por delante del capital.

Gracias a los luchadores por un mundo mejor.