Disfruté mucho ayer del III
Ciclo de Liderazgo Gerencial, en el que traté el Desarrollo de nuestro propio
Liderazgo. La agenda que compartimos desde las 8 de la mañana en el Hotel
Caracas Palace fue la siguiente:
I.
Autodesarrollo del Liderazgo en el Talentismo: Cómo liderar en esta nueva
época, en la que el talento es más escaso que el capital.
Estamos en un
cambio de era: Conceptual, Conductual y de Generosidad
Las nuevas
competencias del líder transformador
Estilo de
liderazgo en un entorno global, de cambio acelerado y de desarrollo tecnológico
II. El líder en
la gestión de intangibles: Claves prácticas para generar mucho más valor
La
responsabilidad del líder sobre el capital humano: atracción, fidelización, productividad
Qué debe hacer
el líder respecto a la marca de la empresa: humilde visibilidad
El líder y el
capital clientes: calidad de servicio, excelencia, compartir mejores prácticas,
ejemplaridad
El líder y las
expectativas de futuro: visión de negocio, impacto
III.
Autodesarrollo del líder-coach: obtener la mejor versión de cada uno de
los colaboradores
Qué es y qué no
es un líder-coach
Las 4 fases y
los 10 pasos del coaching
Errores más
comunes desde la buena voluntad
Conversaciones
de coaching: reconocimiento frente a instrucciones
Y hoy, sesiones de trabajo
con el Banco Mercantil, con el grupo de empresas Polar y con la Sociedad
Anticancerosa de Venezuela (cena de gala con motivo de su 65º aniversario).
Una bendita locura (ya
descansaré durante el fin de semana, incluido el viaje de vuelta a España).
Como sabes, hasta finales del
siglo XIX se consideraba locura a cualquier comportamiento distinto a la norma
social establecida. Los filólogos no tienen nada clara la etimología de
“locura”; sin embargo, aparece en textos del siglo X y significaba “tonto” o
“cretino”, más que “demente” (Coromina se inclina por una voz prerromana
“laucus”, de origen desconocido). Como la locura es “privación del uso de la
razón”, en tanto que la mayor parte de los comportamientos humanos son más
instintivos y emocionales que racionales, la locura está ampliamente presente.
"La sabiduría inoportuna
es una locura, del mismo modo que es imprudente la prudencia mal
entendida", escribió Erasmo de Rotterdam.
Sentirse loc@ por un proyecto
o por una persona (sea tu pareja o tus hijos) es un signo de bendita locura. El
mundo sería un lugar terrible si fuéramos seres exclusivamente racionales.
Ayer, al inicio y al final
del III Ciclo de Liderazgo Gerencial de Congresis, Luis nos puso la canción
“Qué bonita es la vida” de Jorge Celedón.
Mi gratitud y admiración a
las personas apasionadas por la vida.