En los Ojos del Guadiana y las Tablas de Daimiel


Hoy lunes y mañana martes nos reunimos el SLT (Equipo de Liderazgo Estratégico), a modo de Comité de Dirección, en el Molino de Zuacorta (Ciudad Real) en los Ojos del Guadiana.
Anoche llegamos a Almagro, una localidad que históricamente ha estado vinculada a la Orden de Calatrava y que posee una enorme tradición teatral. Hablaba de ella en mi libro “En un lugar del Talento”, tercera parte de “La sensación de fluidez”. Al vincular El Quijote al Talento, era ineludible el referirme a Almagro, a su plaza mayor, a su corral de comedias y al restaurante El Corregidor, un templo gastronómico de La Mancha.
Estar en los Ojos del Guadiana es una preciosa metáfora sobre la necesidad de un equipo directivo de reflexionar estratégicamente (algo que en ManpowerGroup realizamos cada trimestre, para compartir aprendizaje y experiencia y elaborar un plan de acción conjunto).
Los Ojos del Guadiana están en el municipio de Villarrubia de los Ojos, y es donde se considera que nace el río Guadiana. Es una especie de río subterráneo (en cierto tramo), por las fisuras en la roca subterránea, que hace que el agua pueda circular por un sistema acuífero, para posteriormente emerger de nuevo. “Ser como el Guadiana” significa desaparecer y reaparecer de improviso.
La palabra "ojos" procede del árabe y significa tanto “ojo” como “fuente” o “manantial”.
Esta tarde hemos hecho un precioso recorrido por Las Tablas de Daimiel.
Se considera que los Ojos del Guadiana dejaron de manar en 1984. En 1990 se dictaminó judicialmente que los terrenos de los Ojos estaban secos, podían ser privatizables y cultivables y que se trataba de un error histórico el hecho de asignarle el nacimiento de uno de los grandes ríos de la Península. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha recurrió la sentencia. Muy pronto las turberas que se habían formado a lo largo de unos diez mil años entraron en un proceso de combustión que se extendió hasta el invierno de 2010 provocando la desaparición de especies animales y vegetales, la contaminación del entorno y algunos accidentes humanos. El estado de conservación era pésimo, continuándose con los cultivos y con la falta de agua debida a la denominada sobreexplotación del acuífero 23 (de un tamaño similar a toda la Comunidad Autónoma de Cantabria). De hecho, cuando escribí “En un lugar del Talento”, hace una década, daba tristeza transitar por aquí.
Pero la naturaleza es sabia y el invierno de 2009-2010 fue uno de los más lluviosos que se recuerdan (500 litros por metro cuadrado). El nivel freático del acuífero se elevó de 35,6 a 22,8 metros. La acumulación de agua en el subsuelo provocó la extinción de los incendios de turberas que se extendían desde "Los Ojos" hasta el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El río Azuera, afluente del Guadiana, volvió a correr por primera vez desde 1996, haciendo llegar agua hasta el molino de Griñón (ya destruido). Unos días más tarde, empezó a elevarse el nivel del agua en las Tablas lo que provocó un reculaje fluyendo hacia atrás, sobrepasando el molino de Griñón y fundiéndose con las aguas del Azuera, volviendo a crear un río único por primera vez desde que los ríos se secaron por los embalses en cotas más altas. Todo un milagro natural.
En el año 2012 se observó un aumento de los niveles freáticos en el acuífero 23, lo que hizo que las aguas subterráneas se situaran en el mes de Abril de este año a 9,05 metros de la superficie. Comenzaron los primeros afloramientos de agua en zonas cercanas a los Ojos del Guadiana como el Molino de Zuacorta (donde hemos estado reunidos), Suertes del Concejo y El Rincón.
Mi enhorabuena a los magníficos profesionales de Ecodestinos (www.ecodestinos.es), que nos han enseñado la flora y fauna de Las Tablas de Daimiel con la pasión y el entusiasmo propios del talento de verdad. El paseo andando (unos 2’5 kilómetros) por el interior del humedal desde la isla del Pan y el recorrido por la zona de protección en 4x4 son inolvidables (pienso volver con Zoe por estas bellas y verdes tierras de La Mancha).
Y mi gratitud a Sonsoles, perfecta anfitriona, y a tod@s l@s compañer@s del SLT.