La ventaja del Liderazgo Colaborativo


AVE Madrid-Sevilla a las 7 de la mañana. Reunión en la capital hispalense con nuestr@s compañer@s de Andalucía, Extremadura, Canarias y Galicia. Regreso en el AVE que ha llegado a Madrid a las 19,15 horas. Ha sido enormemente instructiva la reunión y le agradezco a Manu, Fernando, Óscar, Enrique y tod@s las integrantes de Manpower que han asistido hoy su buen ánimo y generosidad.
He estado leyendo el ‘Harvard Business Review OnPoint’ de primavera, con los mejores artículos sobre “La Colaboración que funciona”.
El gran Richard Hackman, para un servidor el mayor experto mundial en trabajo en equipo, nos hablaba en 2011 de las seis grandes equivocaciones respecto al trabajo en equipo: Que la armonía ayuda (en realidad, lo que ayuda es la catarsis), que lo sano es la mezcla (cuanto más tiempo lleva un equipo junto, mejor funciona), que cuanto más grande mejor (el exceso de tamaño es fuente común de ineficiencias), que la interacción cara a cara está anticuada (los equipos virtuales son una desventaja), que todo depende del líder (lo que debe hacer el/la líder es crear las condiciones adecuadas) y que el trabajo en equipo es mágico (no se improvisa; es cuestión de cuidadosa preparación). El Dr. Hackman, con quien tuve el honor de trabajar en Boston en los 90, falleció el año pasado. Su libro ‘Inteligencia Colectiva’ (2011) es su gran legado.
Herminia Ibarra (INSEAD) y Morten Hansen (Universidad de California, Berkeley) te preguntan: ‘¿Eres un líder colaborativo?’. Frente al “ordeno y mando” y al consenso generalizado, el Liderazgo colaborativo crea conexiones globales, involucra al talento diverso, modela las expectativas desde la Alta Dirección y muestra firmeza decidiendo con rapidez y agilidad.
Para la colaboración, debemos aceptar y gestionar el conflicto. Es lo que nos recomiendan Jeff Weiss y Jonathan Hughes (ambos, de Vantage Partners). Con métodos avanzados y compartidos, los conflictos se resuelven como antesala de la colaboración (en coaching de equipo hemos comprobado la importancia de la catarsis).
¿Cómo se genera una Cultura de Confianza y Colaboración? Desde un propósito compartido, una ética de la colaboración (generosa), un proceso sistemático para coordinar los esfuerzos y una infraestructura que valora y recompensa la colaboración. Frente al modelo industrial convencional (taylorismo) y el de “agentes libres”, el de comunidades de talento, según lo explican Paul Adler (USC), Charles Heckscher (Rutgers) y el consultor Laurence Prusak.
Gary Pisano (Harvard) y Roberto Verganti (Politécnico de Milán) nos hablan de cuatro modelos de colaboración, en función de que la participación sea cerrada o abierta y la gobernanza jerárquica o plana: Centro de Innovación (AJ), Círculo elitista (CJ), Comunidad innovadora (AP) y Consorcio (CP).
Como caso práctico de enorme éxito en la colaboración, Ed Catmull escribe sobre Pixar. Delegación efectiva (empowerment), cultura de colegas, comunicación abierta, entorno de aprendizaje, lecciones de los post-mortems (como forenses de los proyectos). 9 bombazos en taquilla desde 1995 a 2008, cuando se publicó originariamente el artículo.
Espacios que fomentan la colaboración, por Anne-Laure Fayard (NYU) y John Weeks (IMD). Las 3Ps son Proximidad, Privacidad y Permiso, tanto en los espacios físicos como en los virtuales.
Lynda Gratton (LBS) y Tamara Erickson nos enseñan ‘Ocho formas para crear equipos colaborativos’: invertir en prácticas relacionales, modelizar comportamientos colectivos (reglas de compromiso), crear una “cultura de regalo”, asegurar las habilidades requeridas, apoyar un fuerte sentido de comunidad, asignar a líderes orientados simultáneamente a la tarea y a las personas, crear legado y entender la claridad del rol y la ambigüedad de las tareas.
Y finalmente Amy Edmonton (Harvard), autora de ‘Teaming: Cómo aprenden, innovan y compiten las organizaciones en la Economía del Conocimiento’ (2012) nos enseña las artes de este arte de hacer equipo: Comunicar con honestidad y sinceridad, de forma directa; Experimentar, desde un enfoque iterativo; Reflexionar (observar, preguntar y debatir); Escuchar con atención; Integrar.
Un especial muy útil para mejorar nuestros equipos, en sintonía con el Neuroliderazgo i4 de Silvia Damiano, que he tratado en ocasiones en este blog. Mi gratitud a los editores de HBR: Amy, Eric, Katherine, Tim, James, Sarah, Justin y al líder de tod@s ell@s, Adi Ignatius.