Sábado de inicio de verano. Pasado mañana se
celebra, desde Alicante a La Coruña, la noche de San Juan, cuando debemos
quemar lo viejo y apostar por lo nuevo.
Ayer por la tarde estuve leyendo en el AVE de
Zaragoza a Madrid el especial de Historia de National Geographic sobre ‘Grandes
revoluciones. Un panorama de los movimientos sociales que han cambiado el curso
de la historia, desde la instauración de la democracia en Atenas hasta la
comuna de París’.
Como sabes, el término “revolución” se
utilizaba en la Edad Media para describir el movimiento cíclico de los cuerpos
celestes en torno a la Tierra, y desde Copérnico en el XVI, el movimiento de
nuestro planeta en torno al Sol. En París en 1794 se publicó un ‘Catecismo
revolucionario’ que definía la revolución como “la insurrección de un pueblo
contra sus tiranos. Es un cambio violento de esclavitud a un estado de
libertad”.
El texto, de casi 200 páginas., cuenta con
artículos de Josep María Casals (que analiza la larga historia de la
revolución), David Hernández de la
Fuente (que comenta la Atenas de Clístenes, enfrentado con la tiranía de los
Pisistrátidas en el 510 a.C.), Juan Luis Posadas (que explica el conflicto de
más de dos siglos entre Patricios y Plebeyos en la antigua Roma), Alberto Reche
(que narra la lucha de los campesinos rebeldes contra los señores en el XIV y
XV en varios países de Europa), Jacopo Mordenti (que nos presenta a Cola Di
Renzo, “el último tribuno”), Josep Palau (que se centra en Martín Lutero, el
gran reformador), David García Hernán (que cuenta la revolución inglesa de
1641-1649 contra el autoritario Carlos I), Joaquín Oltra (que analiza la figura
de George Washington, héroe de la independencia de EE UU), Joan Tafalla (que
detalla el juicio a Luis XVI de Francia), Albert Ghanime (que comenta las
Cortes de Cádiz), Dominque Califa (que aborda la “primavera de la libertad” de
1848), Dino Capanetto (que cuenta la aventura de Garibaldi por la unidad de
Italia) y el profesor Califa, de nuevo (que explica la Comuna de París, de la
fraternidad a la represión). Además, una bibliografía de casi 40 libros entre
los que me gustaría destacar ‘Sobre la revolución’ de Hanna Arendt, ‘1776’ de
David McCullough, ‘Las Cortes de Cádiz’ de Juan S. Pérez-Garzón, ‘El Gatopardo’
de Lampedusa y ‘Los miserables’ de Víctor Hugo.
“Toda la experiencia histórica confirman que
las personas tal vez no alcanzarán lo posible si no intentan, de vez en cuando,
conseguir lo imposible” (Max Weber).
En la librería Castroviejo de Logroño
(c/Portales, 43) me compré ayer un par de libros. Entre ellos, ‘Cuando las
películas votan. Lecciones de Ciencias Sociales a través del cine’, coordinado
por Pablo Iglesias Turrión, profesor de la Universidad Complutense y líder del
movimiento de izquierda chavista Podemos.
En el prefacio, Pablo Iglesias explica que
los jóvenes, si bien no tienen el hábito de leer, cuentan con una enorme
sensibilidad audiovisual. El libro es uno de los resultados de un proyecto de innovación
educativa y mejora de la docencia financiado por el Vicerrectorado de
Evaluación de la Calidad de la UCM. El “Silencio: se rueda” puede convertirse,
nos dice este líder político, en un indirecto “Silencio: no se piensa” o en un provocador “Silencio: se actúa”.
Una veintena de autores nos explican cómo
entender el liberalismo con ‘Dogville’, el Estado con ‘Skyfall’, la violencia
política con ‘La batalla de Argel’, la revolución con ‘Espartaco’, la
ciudadanía con ‘Desgracia’, la democracia con ‘Star Wars’, la realpolitik con
‘In the loop’, la acción colectiva con ‘La escalera del caracol’, el liderazgo
con ‘Lawrence de Arabia’, el movimiento obrero con ‘Germinal’, el Estado del
Bienestar con ‘En un mundo libre’, el postfordismo con ‘American Beauty’, el
feminismo con ‘Mad Men’, los derechos reproductivos con ‘Juno’ y ‘4 meses, 3
semanas y 2 días’, la violencia de género con ‘Millenium 1’, la comunidad con
‘Mooladé’, la alienación con ‘Blade Runner’ y el compromiso con ‘Tout va bien’.
Más allá de los planteamientos ideológicos de
lucha de clases propios de la izquierda radical, el libro invita a la reflexión
sobre la fuerza de lo audiovisual (con la profundidad del séptimo arte, con la
levedad y banalidad de los debates televisivos actuales) en nuestra sociedad.
“En un momento en el que el discurso político es una forma de acción, estas
reflexiones sobre el cine quieren salir de la parálisis propia de este tiempo
de crisis donde el problema, cada vez más acuciante, no es que lo viejo no
termine de marcharse ni que lo nuevo no termine de llegar, sino que cada vez
parece más evidente que los monstruos propios de los tiempos críticos (segunda
parte de la conocida frase de Gramsci) ya están aquí”, escribía Pablo Iglesias
hace un año. Ya sabemos dónde está ahora.
Mi gratitud a los buenos historiadores que
nos enseñan para que no volvamos a repetir el pasado y a los politólogos,
aunque están ideológicamente muy lejanos a nosotr@s, que abren vías de
pensamiento.