Primer sábado de febrero, con frío (y nieve en gran parte del país). 22
provincias en alerta por aludes y por bajas temperaturas (hasta -10º). Una gran
oportunidad para estar a cobijo, disfrutar de la familia y amigos y, sí,
hibernar, que es necesario. Hoy se casa nuestra amiga y compañera Araceli, una
de l@s mejores profesionales que conozco en esto de la Gestión del Talento.
Disfruta, Araceli, de una maravillosa luna de miel en el precioso México, uno
de los países que más profundamente está en mi corazón.
Me gusta la web www.lifehack.org, que nos aporta “trucos” para mejorar
nuestra vida. Entre ellos, ’10 Toxic Habits We Have That Most of Us are simply
Unaware’ (10 hábitos tóxicos que tenemos y de los que simplemente no nos damos
cuenta), de Kirstin O’Donovan, la coach de productividad que ha publicado
‘Maximiza tu tiempo y maximiza tus beneficios’. Kirstin se refiere a esos
automatismos que empleamos más del 40% de nuestra vida.
Los 10 hábitos tóxicos que podemos practicar sin ser conscientes de ello
son:
1. Permitir que el pasado dicte nuestro presente… y nuestro futuro. Ya
sabes la historia del elefante al que de pequeño atan a un palo. Cuando crece,
su condicionamiento le impide escapar. Así somos también los humanos:
prisioneros de nuestro pasado, si no lo evitamos. El presente y el futuro requieren de nuestra
libertad y nuestra responsabilidad. Que las malas experiencias pasadas no
bloqueen el cumplimiento de tus sueños.
2. Esperar que pase lo peor. ¿Con qué frecuencia pensamos en cosas que NO
queremos que ocurran? Parece ser que expandimos, involuntariamente, aquello en
lo que pensamos. Es mejor centrarnos en lo que deseamos que ocurra y hacer un
esfuerzo consciente por que suceda. Nuestra mente y nuestro cuerpo se sentirán
más felices.
3.
Hablar mal de los demás cuando no están. Es una práctica demasiado habitual,
por desgracia. Criticar a los ausentes genera una pobre impresión en l@s demás
y mina la confianza en nosotr@s. Aunque se haga sin mala intención, el “gossip”
(cotilleo) genera más perjucios que beneficios.
4. No
cumplir con lo que dices. ¿Cómo nos sentimos cuando alguien es incoherente?
Cancelar los planes, no asumir las promesas, no mantener la palabra nos hace
perder valor como personas. Debemos cumplir lo prometido.
5.
Practicar el autosabotaje. Probablemente el más retador de los hábitos tóxicos
es mantenernos en nuestro parecer y no abandonar a pesar de las circunstancias.
El autosabotaje genera frustración. Para perseverar en el cambio que queremos,
hemos de encontrar la motivación perdida, reconectar con nuestros valores y
ritualizar la transformación. Frente a la resistencia al cambio, la firmeza en
el propósito.
6.
Compararte con otr@s (la toxicidad de la envidia). Este es uno de los hábitos
con menos sentido, aunque sea más que frecuente. Solo competimos contra
nosotr@s mism@s, contra nuestra mejor versión. Nuestras circunstancias,
experiencias, capacidades son únicas, por lo que no debemos comparar peras con
manzanas. Ni es justo compararse, ni sirve para que seamos felices. Es mejor
centrarnos en nuestras fortalezas y oportunidades de mejora, para apalancarnos
en aquéllas y aprovechar éstas.
7.
Obsesionarte con querer cambiar a l@s demás. Se trata de una expedición, no por
habitual, poco valiosa. Las personas solo serán lo que quieren ser
(voluntariamente), no lo que queramos que sean. Una variante de ello es la
ayuda no solicitada. Estemos a disposición de l@s demás solo cuando nos lo
pidan.
8.
Esperar ser más feliz cuando ocurra algo en el futuro. Son los “mitos de la
felicidad” según Sonja Lyubomirsky. Seré feliz cuando me case, cuando tenga un
buen trabajo, cuando gane mucho dinero… La ilusión es condición necesaria, pero
sin la intención (el esfuerzo) genera desilusión, como un boomerang. La
felicidad proviene del presente, de lo que construimos, no de los “si tuviera…”
9.
Mantener pautas de pensamiento negativo. Se calcula que diariamente rondan
nuestra cabeza unos 60.000 pensamientos. Desgraciadamente, pensar en negativo
suele ser más frecuente que en positivo. La negatividad, está comprobado,
bloquea la creatividad, la inspiración y las opciones. Así como piensas te
sientes. Desde la consciencia podemos modificar nuestros sentimientos, nuestros
pensamientos, nuestro lenguaje, nuestra postura (corporal y ante la vida) y
como consecuencia, nuestros resultados. Se trata de una elección libre y
personal.
10.
Ser un hipócrita. ¿Practicamos con el ejemplo? Es muy curioso que muchas
personas den consejos que no se aplican a sí mismas. O incluso que actúen de
forma diametralmente opuesta a lo que sugieren a l@s demás. Ese hábito de
disociar (exigencia con l@s demás, complacencia con un@ mism@) es dañino. La
hipocresía (aunque sea inconsciente) es irritante y frustrante. El que esté
libre de pecado, que tire la primera piedra.
Diez
poderosos conceptos que generan hábitos tóxicos: la Melancolía, las
Expectativas negativas, la Crítica, la Incoherencia, el Autosabotaje, la
Envidia, la Obsesión por cambiar a los demás, la Espera, el Pensamiento
negativo, la Hipocresía. Ser conscientes
de estos hábitos es el primer paso para, a través del coaching, establecer un
Plan de Acción claro (metas-objetivos-hitos) y modificar nuestros hábitos en
positivo. Las consecuencias son mayor felicidad, mejor salud, mejor rendimiento
personal y colectivo.
Gracias,
Kirstin, por compartir este decano, y a las personas a mi alrededor que habéis
contribuido decisivamente en hacer de este sábado un día estupendo.