El español como idioma de desarrollo y España como potencia deportiva


Zoe y yo disfrutamos muchísimos del partido de semifinales del Europeo de baloncesto. La selección española ganó a Francia en Lille ante 26.000 enfervorizados espectadores. Espectacular Pau Gasol (2’15 m), 40 puntos a sus 35 años, y la defensa de los nuestros. 80-75 tras la  prórroga. Quijotes que aguantaron la presión del público. Tras eliminar a Polonia, a Alemania en Alemania, a la hasta entonces invicta Grecia y a Francia en Francia, nos enfrentaremos a Serbia o a Lituania en la final. ¡Gasol, español, español, español!
En palabras de Jorge Carretero, mentor de Deporte y Sociedad del Human Age Institute y portavoz de la RFEF, “hay una imagen de Gasol dándose golpes en el pecho, con furia. Es un ejemplo de motivación, de profesionalidad… Esa imagen es una imagen fantástica”. La selección española no se vino abajo en ningún momento, ni yendo 11 puntos abajo, ni tras el triple que dio lugar a la prórroga, ni con las faltas concedidas a Francia en la misma, ni con los tres tiros libres finales de los galos. Entrega, motivación, rabia, profesionalidad. Gracias, Jorge, por cómo nos enseñas a saber ganar y a aguantar cuando se está perdiendo. Fantástica ¡Es-Pau-ña!

Al otro lado del Atlántico, SS MM Los Reyes Don Felipe VI y Doña Letizia han visitado San Agustín (la ciudad más antigua de EE UU) y han hablado en la mayor universidad de la Florida.  
Menos de un día después de que el candidato presidencial Donald Trump, volvió a criticar a los que en Estados Unidos se expresan en español, nuestro Rey hizo un apasionado alegato a favor del idioma de Cervantes en el Miami Dade College, en la Torre de la Libertad, símbolo muy querido  por el exilio cubano, ya que allí llegaron los exiliados en los 60.

"La lengua en que ahora expreso mi agradecimiento, el español, o castellano, como gustan llamarla en algunas regiones de España y del conjunto de Iberoamérica, podría utilizarla en más de veinte países sin que en ninguno de ellos resultara ajena. Pero no deja de ser fascinante que pueda sonar como propia en un país que de facto tiene al inglés como idioma nacional, aunque ninguna lengua haya recibido el tratamiento de 'oficial' para toda la Unión a lo largo de su historia", expuso Don Felipe.
Felipe VI profundizó en la realidad lingüística de los Estados Unidos donde “es vivido como parte de su ser histórico, pero, sobre todo, como parte sustancial de su realidad presente y como componente cardinal de su identidad futura. Expreso esta sensación desde mi percepción personal, a partir de lo que observo e interpreto de los estadounidenses, de los que hablan español y de los que no lo hablan, y de realidades como las de California, Nuevo México, Illinois, Nueva York o, por supuesto, Florida, cuyas estadísticas en relación con las comunidades hispanas son bien conocidas".
Don Felipe destacó: “Este español de los Estados Unidos, de Miami o Los Ángeles, Chicago o Santa Fe, no es una modalidad uniforme, sino que incluye voces y expresiones muy diversas, como ocurre en cualquier otro territorio hispanohablante”. Es más, “existe al sur del país un español patrimonial, heredero del español traído por españoles y mexicanos desde el siglo XVII y que, casi milagrosamente, ha logrado subsistir hasta la actualidad, como ha ocurrido también con el español de los isleños de Luisiana, trasladado desde las Islas Canarias en el siglo XVIII”. Y, “así es como se ha conformado el español de los EEUU, porque sus rasgos y condiciones no solo le son propios, sino que le confieren personalidad frente a las hablas hispánicas de otras latitudes”.
Sin embargo, “No todas las voces son unánimes sobre esta cuestión. Son bastantes los sociolingüistas que hablan de un claro desplazamiento del español desde la periferia al centro. Ese desplazamiento significa que la minoría hispana está alcanzando el corazón de la sociedad estadounidense y se está haciendo más visible gracias al crecimiento de su nivel educativo, al vigor creativo de su cultura y a su predominio en diversos servicios”. Por ello, “los hispanos se van progresivamente valorando ya no como ‘periféricos’ sino 'centrales' y ello tiene su reflejo también en el uso y aprecio de la lengua española, así como en el interés por aprenderla”.
Con el monarca español estuvo el alcalde de Miami, Tomás Regalado, si bien ningún congresista, senador o concejal del sur de la Florida estuvo presente en el acto.
Mi gratitud a los maravillosos Quijotes como Pau Gasol y toda la ÑBA, y a nuestros Reyes, que tanto defienden la Marca España.