En
el avión (vuelo de Iberia de las 7,20 h) he estado leyendo las reflexiones
sobre las últimas elecciones generales. El PP ha perdido respecto a las
anteriores 3’65 M de votos; el PSOE, casi 1’5 M; UPyD, casi 1 M; IU, más de
0’75 M y Convergéncia, casi 0’5 M. Ganan ERC (+0’34 M), C’s (+3’5 M) y Podemos
(+5 M). ¿La clave? Como comenté en este blog, el Liderazgo: el marco (el
partido de gobierno no ha centrado el debate en la recuperación, sino que ha
sido en la corrupción y la desigualdad), el equipo (Albert Rivera “solo ante el
peligro”) y la inspiración (Pedro Sánchez con el menor resultado histórico de
su partido; la “Remontada” de Podemos, una profecía autocumplida).
Me
han interesado especialmente las entrevistas al filósofo Salvador Pániker y a
Pablo Heras-Casado, que dirigirá la Filarmónica de Viena el próximo 30 de enero
en la Semana Mozart de Salzburgo, así como el artículo de opinión del profesor
de Ciencias Políticas (Universidad de Göteborg) Víctor Lapuente y el análisis
de Olga R. Sanmartín sobre el colegio público Alcalde de Móstoles.
Andrea
Aguilar entrevista a Salvador Pániker: “El defecto nacional es que nadie
escucha ni cambia sus paradigmas”. Es el siguiente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/21/actualidad/1450724638_730197.html
“El eco de las
palabras de Salvador Pániker (Barcelona, 1927) parece en ocasiones casi
profético ahora que ve la luz una nueva entrega de la serie de textos
diarísticos en la que el filósofo, editor y empresario catalán se ha volcado en
las últimas décadas. Su Diario del anciano averiado (Literatura Random
House) recoge el principio, el tiempo en el que trabajó en el Cuaderno
amarillo, el exitoso primer libro de la serie —que continuó con Variaciones
95 y Diario de otoño—. En la primera entrada del 2 de enero de 2000,
Pániker comenta los buenos pronósticos económicos con que se saludaba entonces
el nuevo año y escribe que “habrá que ver qué pasa con el empleo”.
Unas páginas más
adelante emprende una anatomía de los tópicos y concluye: “Tampoco hay tanta
diferencia entre pensar mediante tópicos o refranes y acogerse a mitos
seculares que están de moda. Lo contrario del pensamiento crítico. El refugio
de unas narrativas que dan forma incluso a nuestros sentimientos. Porque
también los sentimientos pueden ser muy tópicos”. También adelanta su visión
sobre el problema catalán afirmando que “asimilar nación con Estado conduce a
conflictos innecesarios”. ¿Cómo ve ahora las cosas? “Se ha hecho muy mal por
ambos lados. El problema se superará por elevación, y creo que está en Europa”,
explica. “Hay que poner más racionalidad. El defecto nacional es la híper-emotividad,
que nadie escucha, ni cambia sus paradigmas”.
Entre presentaciones,
comentarios sobre las noticias, cenas con amigos, veraneos en el Ampurdán y
complicidades con la pareja, Pániker introduce su pensamiento filosófico.
“Ahora tienen más importancia mis ideas que mis anécdotas”, afirma, sentado en
un salón de su particular torre en el alto de Pedralbes. “Creo que lo atractivo
es simultanear vida y escritura. Hay muy buenos escritores como Pessoa o Borges
que en el fondo han vivido poco”.
Dice Pániker que él da
mucha importancia a las primeras impresiones, porque ahí se computan muchas
cosas inconscientemente. Vestido de impecable azul, con voz grave, se muestra
como un ágil conversador pendiente tanto de la conexión inmediata como de la
idea más abstracta. Sin aspavientos, introduce sus ideas taoístas, niega la
rivalidad con su hermano Raimon Pániker, cita a Nietzsche, enmienda a Sartre o
rompe una lanza a favor de su amigo Francisco Umbral, mientras explica el propósito
que hay tras sus libros: “Mis libros tratan de la condición humana y me tomo a
mí como pretexto. Es un recurso narrativo”, asegura.
Hijo de un empresario
indio y una catalana, su primer diario se lo regaló un tío suyo a los 15 años.
Dice que de ahí han salido sus libros de ensayo. Licenciado en Ingeniería y
Filosofía, empresario de éxito, Pániker quería ser escritor, pero no sabía en
qué género emplearse. “En los años cincuenta mi grupo generacional descubría la
lucha de clases y yo descubrí que era medio indio. ¡Caray! Me había educado
como un españolito nacional-católico. Estaba casado con una mujer maravillosa,
Nuria Pompeia, que me animó a montar la editorial Kairós”, recuerda. Ahí quiso
recoger sus genealogías y tender un puente entre Oriente y Occidente.
¿Cómo afronta la tarea
de editar sus diarios? “El diario es un método para lo que Ortega llamaba
ponerse de acuerdo con la propia vocación. Yo lo llamo la música propia. Tienes
que afinar mucho. Todo individuo consistente alberga un secreto y el diario es
la ronda con este secreto”.
Se define como
“primario” y poco rencoroso. En sus escritos evita saldar cuentas. Dice que es
demasiado superficial para sentirse culpable. Se siente agnóstico pero místico
—“porque tengo oído para la mística”—. Una de sus grandes batallas ha sido la
legalización de la eutanasia, desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente
que fundó. “La población está madura con este asunto, pero los políticos aún
no. Deseo que se solucione”.
Religión como arte
La religión ha sido otra
preocupación recurrente para Pániker. “Identifico la religión con el arte: la
conciencia estética y la religiosa van absolutamente de la mano, aunque el
artista sea ateo”. ¿Cómo explica el fanatismo religioso que cuaja violentamente
en una sociedad laica como la francesa? “Cuando empiezan las palabras con
mayúsculas (partido, patria, Dios) empiezan los crímenes. El hombre no puede
vivir sin absoluto, pero esto es lo más delicado, íntimo y peligroso que hay.
Estos chicos se enganchan a un absoluto de cortocircuito que demuestra que la paideia,
su formación, está mal hecha. No se integran. Más que una postura de tercer
mundo es cansancio de civilización. La pedagogía es importantísima”, sostiene.
En esa idea griega de
la paideia Pániker integra tres pilares básicos: el estímulo de la
curiosidad, la fe no como sentimiento religioso sino como confianza en el
mundo, y el inculcar el arte de aprender. “Esta manía de quitar, suprimir las
humanidades y la filosofía del bachillerato me parece suicida”, apunta.”
La híper-emotividad
(pasión mal entendida) como defecto nacional: falta de escucha, de pensamiento
crítico, de revisión de los modelos mentales (paradigmas). La Paideia
(aprendizaje) como desarrollo de la curiosidad, la fe (confianza en el mundo,
partiendo de un@ mism@) y el arte de aprender.
Darío
Prieto entrevista al director de orquesta granadino Pablo Heras-Casado (1977):
“Éste es un país que se está repensando a sí mismo, pero en el que la palabra
‘Cultura’ no aparece en ningún momento del debate electoral. Esto es muy grave.
De ahí mi esfuerzo en que la gente que venga detrás se dé cuenta de que esto es
importante”.
Víctor
Lapuente plantea la disyuntiva política entre representatividad y eficacia en
‘Prometen y cumplen’: http://elpais.com/elpais/2015/12/21/opinion/1450697017_305624.html PP y PSOE se encuentran entre los partidos más
cumplidores de sus promesas electorales (70%) por detrás de los británicos, a
la altura de los suecos y muy por delante de austriacos e italianos. “LA gran
contribución de las dos fuerzas emergentes en estas elecciones, Podemos y
Ciudadanos, no ha sido una forma distinta de hacer política: nueva, horizontal,
rupturista y digital”. “El Parlamento español resultante de estas elecciones
tiene el potencial de combinar eficacia y equidad. Tenemos dos partidos, PSOE y
PP, que hacen lo que prometen, y dos, Podemos y Ciudadanos, que prometen lo que
debería haberse prometido”. Dos grandes riesgos: “los líderes viven en la
inmediatez y pueden dinamitar puentes si tienen sondeos favorables” y “hay una
sombra que afecta al consenso: la extrema personalización de la vida política”.
Olga
Sanmartín nos habla, en el colegio público madrileño Alcalde de Móstoles, del
“flipped classrom”, o aula invertida. En casa, por la tarde, ven en vídeo las
explicaciones del profe. En la escuela, por la mañana, aplican la teoría
aprendida. De lecciones magistrales a “entrenamiento” (coaching) del profesor
como guía, de forma que los alumnos elaboran sus propios contenidos.
¿Consecuencia? Mucha mayor motivación (se sienten protagonistas) y mejores
calificaciones (de estar en 2011 por debajo de la media de la Comunidad de
Madrid a situarse por encima).
Cambiar
el chip es la consecuencia de las elecciones de anteayer. Según los diarios, el
poder empresarial pide un “pacto sin Rajoy ni Sánchez”. En el Club Financiero
de A Coruña, esta mañana los amigos y compañeros de Amancio Ortega estaban
comentando la prensa: “Hemos debido votar muy bien porque todos quedaron
contentos”, “Las elecciones han llegado muy repartidas”, “Se nos rompió el
bipartidismo… de tanto usarlo”. Y Amancio Ortega, el mejor empresario de la
historia de España, escuchando como nunca he visto hacerlo igual. Porque la
escucha atenta, consciente, calmada, es la cualidad más valiosa para los negocios,
y muy probablemente para la vida.
Individualmente
y como país, ojalá los Reyes Magos nos traigan mucha mayor capacidad de
escucha. Menos testosterona y cortisol (meter miedo) y más oxitocina. Yo ya lo
he puesto en la carta a los Reyes.