Fin al chavismo, 17 años después


Lunes de puente, entre la fiesta de la Constitución y la Inmaculada Concepción. Ayer me acosté pronto, hoy me he levantado a las 8 (a pesar del día festivo) y he recibido la gran noticia del triunfo de la oposición en Venezuela. Por fin el chavismo ha llegado a su fin.
         La presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, anunció oficialmente que, con el 96,02% de las votos escrutados, la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había logrado la victoria de 99 escaños del parlamento y el chavismo se ha quedado con 46 diputados; el resto está aún asignar. La victoria fue de 58% de la oposición frente al 42% del chavismo. Las elecciones parlamentarias tuvieron un 74,25% de participación de votantes de los 19 millones de electores.
En Caracas se ha celebrado con fuegos artificiales que han iluminado los cielos nocturnos de la ciudad y exclamaciones desde las urbanizaciones.
Nicolas Maduro dio la cara después del anuncio de Lucena reconociendo los resultados oficiales, echándole la culpa a la guerra económica, culpable de la escasez de alimentos y medicinas. Saludó a todos los venezolanos. “En todas las circunstancias hemos sabido reconocer los resultados, en todas las circunstancias. Resultados favorables y adversos (...) y siempre hemos confiando en nuestro poder electoral y, sobre todo en la voluntad de ustedes”, afirmó Maduro.
Con 99 diputados de los 167 escaños de la nueva Asamblea Nacional (AN), la alianza opositora se ha quedado de momento a solo un escaño de la mayoría cualificada de tres quintos de los asientos que permiten acometer reformas de calado en la política del país. El chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo en la modalidad nominal 24 diputados y en la modalidad de lista 22 representantes, lo que da un total de 46 parlamentarios y representa una pérdida de más de la mitad de los 100 escaños que tenía en el actual Parlamento. Tibisay señaló que quedan por adjudicar 17 diputados nominales y dos diputados lista, además de 19 representantes “no adjudicables”.
“Hace tres años, en las últimas elecciones a las que se presentó el fallecido líder bolivariano, se estima que Chávez logró 800.000 votos en horas de la tarde que terminaron por ser decisivas en la victoria final. Una situación similar se produjo meses después, cuando el opositor Henrique Capriles, que partía con una amplia ventaja, terminó derrotado de nuevo, esta vez por Nicolás Maduro. Gracias la denominada Operación Remolque consiguió arañar cerca de medio millón de votos.
Por primera vez en 17 años las encuestas, que auguraban una victoria contundente para la oposición, se cumplieron. Para tratar de evitarlo Maduro fue intensificando su discurso, hasta el punto de llegar a decir que tendrían que ganar “como sea”. No obstante, el presidente se mostró especialmente conciliador la noche previa a las elecciones; aseguró que sus declaraciones se habían malinterpretado e insistió en que reconocería los resultados, fuesen los que fuesen. De alguna forma, ponía la piedra sobre el tejado de la oposición en caso de que no consiguiesen una victoria que daban por segura. Y que ha consumado el comienzo de una nueva época en Venezuela” (Javier Lafuente desde Caracas).
         Mi recuerdo y gratitud para todos mis amigos venezolanos: Nelson, Myrna y toda su familia, Val y Fab, Mª Jesús… Sois maravillosos. Venezuela es uno de los mejores sitios de la tierra y tiene a gente de la mejor.
         En este lunes he visto por la mañana ‘La sombra del actor’ (The Humbling) de Barry Lenvinson, protagonizada por Al Pacino. Es la historia de un actor de avanzada edad con tendencias depresivas que se reencuentra con la hija de unos amigos, lesbiana. Una reflexión sobre la actuación y la realidad. Pacino es uno de los mejores actores de todos los tiempos. A sus 75 años ha actuado en 53 películas, entre ellas ‘El Padrino’, ‘Serpico’, ‘A la caza’, ‘El precio del poder’, ‘Glengarry Glen Ross’, ‘Esencia de mujer’, ‘Pactar con el diablo’, ‘Un domingo cualquiera’, ‘El mercader de Vencia’. “El abandono es algo muy grave. Causa dolor, confusión y miedo”. EL protagonista cita a Shakespeare: “¡Que la confusión se apodere de mi alma si no te quiero! ¡Y cuando no te quiera, el caos triunfará de nuevo!” (Otelo, Acto III, Escena III).
Y he leído ‘Memorias del Cigarral. 1552-2015’ de Gregorio Marañón Bertrán de Lis. El emblemático Cigarral de Menores fue un “convento de santos” que heredaron sucesivamente un héroe de la Guerra de la Independencia tras la desamortización, un político liberal, un beato (que sería asesinado en la Guerra Civil) hasta que el Dr. Gregorio Marañón lo adquirió en 1921 y allí escribió casi todos sus libros. El Cigarral fue testigo de visitas de Azaña, Romanones, De Gaulle, Unamuno, García Lorca, Pérez de Ayala, Azorín, Baroja, Valle Inclán, Fleming, Marie Curie, Ortega, Vicente Aleixandre, Cela, Zuloaga o Juan Belmonte. Un libro precioso, una narración deliciosa. Gregorio Marañón Bertrán de Lis es académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando y de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras, académico honorario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Muchas gracias por mantener la tradición hospitalaria del maravilloso Cigarral.   
         Hoy Yolanda Sáenz de Tejada, la mejor poeta de España, nos regala en su “Poema del lunes” ‘Súbete a mi vida, mi vida’ (www.yolandasaenzdetejada.com/poemadelunes-subete-a-mi-vida-mi-vida/), que comienza con versos de “su” Ángel González:
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón de desaliento.

         Gracias, Yolanda, por tu poesía.
Esta noche, a las 10 pm, el debate entre Soraya Sáenz de Santamaría, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Lo veré con amigos. Más allá de la comunicación, que es un elemento importante pero no el único, me interesa el talento y el liderazgo de l@s candidat@s.