Los cuatro signos de las personas inseguras

Martes de carnaval. Así llamó Valle Inclán, como sabes, a su trilogía teatral de 1930, compuesta por ‘Las galas del difunto’, ‘La hija del capitán’ y ‘Los cuernos de Don Friolera’. Los “Martes” son los dioses de la guerra, los tiranos. Son “de carnaval” porque son de pega, sucedáneos, de broma. Tres parodias relativas al estamento militar (en general, al “ordeno y mando”) y al concepto del honor (y por extensión, de la dignidad, del humanismo). En 2008 se representaron estos esperpentos para TVE, con mi querido Juan Luis Galiardo en el papel de Don Friolera.
He estado en la web de Psychology Today el interesante artículo de la Dra. Susan Krauss Whitmore sobre ‘Los cuatro signos de las personas inseguras… y lo que tiene que ver el narcisismo con ello’.
Según la autora, es el tipo de gente que te amarga el día. Se consideran a sí mismas “muy importantes” y te dejan a la altura del betún. Susan nos propone utilizar una serie de herramientas de detección para que nos podamos sentir mejor.
Es lo que Alfred Adler denominó “complejo de inferioridad”. Para este psicoanalista vienés, la gente que se siente de menos trata de compensarlo mostrando una supuesta superioridad. Se alegra si los demás se sienten infelices. Esta lucha por la superioridad era para Adler el núcleo de su neurosis.
Se trata de un desorden de la personalidad narcisista, que busca explotar su autoestima. Hay dos tipos de narcisistas, los grandiosos (que se sienten “lo más”) y los vulnerables (que más allá de sus bravuconadas se sienten débiles). En ambos casos, tratan de que te sientas menospreciado. El narcisismo no siempre llega a niveles patológicos, pero está ahí.
El años pasado, 2015, el psicólogo británico James Brookes, de la Universidad de Derby, investigó lo que se puede aprender del narcisismo en la vida cotidiana, en términos de autoestima y autoeficacia (la confianza de un@ mism@ en tener éxito).
El Dr. Brookes analizó la relación entre narcisismo abierto (grandioso) y encubierto (vulnerable), autoestima y autoeficacia. Y descubrió que los narcisistas abiertos tenían la autoestima más alta y por eso se sentían “especiales”. Los narcisistas abiertos también tenían mayores niveles de autoeficacia, sentían que podían lograr cualquier cosa.
¿Cómo interpretar las acciones de los narcisistas? Según Brooke:  
  1. Las personas inseguras tratan de que tú te sientas insegur@.
Proyectan sus inseguridades en ti, ni más ni menos.
  2. Las personas inseguras tienen que exhibirse constantemente.
Presumen en todo momento de su elegancia, de su glamour, de su sabiduría, de su elocuencia. De lo fantastic@s que son. “No tienen abuela”, como se suele decir.
 
  3. Las personas inseguras alardean de humildad demasiadas veces.
Es la gente que aparece en Facebook quejándose de un viaje que tienen que hacer (por la importancia de su trabajo), o del tiempo que pasan viendo jugar a sus hijos (porque son unos padres fabulosos).
  4. Las personas inseguras suelen ser unos quejicas.
Las personas con complejo de inferioridad suelen mostrar el alto nivel de vida de que disfrutan. Suelen ser un@s snobs que te echan en cara que viven mejor que tú. Lo que tú logras, ell@s lo superan.
En definitiva, detectar las inseguridades ajenas es conveniente para no caer en la trampa de minar tu autoestima y autoeficacia. Te hacen dudar, no por ti, sino por su narcisismo.
Gracias a la Dra. Susan Krauss y a James Brookes por sus investigaciones y reflexiones.


         Pues eso, martes de carnaval. Y mañana, miércoles de ceniza.