Primero de los días de una semana
especialmente madrileña, en la Talent Tower, nuestro edificio corporativo que
precisamente estrena Jonas Prising (CEO mundial de ManpowerGroup) pasado
mañana.
De la prensa de hoy, quiero empezar con un
par de artículos de PAPEL (la revista de El Mundo). El primero, ‘Se buscan
Nietzsches. Razón: Silicon Valley’, de Berta G. de Vega (@martinidemar). En
LinkedIn está Edward Grefenstette. Pero también podemos admirar a Peter Thiel
(fundador de PayPal; su libro ‘De cero a uno’ es imprescindible para entender
lo que está pasando) o Charalampos Tsourakis (Google, hoy profesor en Harvard).
Platón nos enseñó que la diferencia entre sabiduría y astucia pasa por la
justicia y la verdad. Y nuestro compatriota Emilio Lledó explica el interés
actual por la Filosofía por el valor de la curiosidad, del asombro, “pero sin
dogmatismos, sin grumos mentales”. Las personas que han estudiado Filosofía
suelen destacar por sus analisisi, por su razonamiento, sus conclusiones, su
posicionamiento ético ante los dilemas morales (de valores). Según el filósofo
y emprendedor Tristan Harris (en su popular charla de TED), la tecnología nos
está secuestrando la mente, pero debemos rebelarnos. De momento, el pensamiento
crítico (conceptual) no puede “robotizarse”, y por ello es más valioso que
nunca. Seguro que mis compañer@s mentores/as del Human Age Institute están
plenamente de acuerdo.
En la misma publicación, Javier Gómez de
Santander y Javier Nadales entrevistan a Risto Mejide, que prepara nuevo
programa: ‘All you need is love… o no’. “No creo tanto en la felicidad, sino en
la facilidad: están a una letra de distancia por algo”. “Los principios sólo
son principios cuando te cuestan algo. A mí me ha costado mucho dinero tener
huevos”. “Ya no tengo miedo a la cámara. Antes me parapetaba tras unas gafas
oscuras. Ahora las llevo, pero transparentes”. “¿Crees que ahora soy un cabrón?
Igual soy mucho más cabrón porque lo disimulo mejor”. “No es el cambio radical,
es el movimiento constante”. “El amor es una auténtica putada”. El “enfant
terrible” de la tele se ha convertido en un chico “in love”. Espero que
volvamos a coincidir en los próximos Princesa de Girona (un servidor ya lo ha
confirmado).
Sigamos con el pensamiento crítico, que es el
valioso en el Talentismo. Jordi Sevilla nos previene de la complacencia y nos
anima a marcarnos como país ‘Cinco retos, que son seis’. Son los que ha
señalado en el documento de Llorente & Cuenca ‘Retos económicos 2017’:
- Crear más de dos millones de puestos de
trabajo adicionales para volver a la situación que teníamos antes de la crisis.
Este año se recuperará la renta pero no el empleo, porque ha cambiado la
relación entre ambos. Cuidado con el desempleo juvenil (50%) y el de larga
duración (45%). Empleabilidad, ¡qué bonito nombre tienes!
- Mantener la demanda interna. El consumo de
las familias y la inversión han sido motores de la recuperación desde 2014. Con
la subida prevista de la inflación, sólo caben mejorar la inversión pública y
las subidas salariales.
- Evitar que el sector exterior siga drenando
recursos. Por el alza del precio del petróleo, fuerte crecimiento del déficit
exterior en enero. Debemos expandir nuestra base exportadora y ser menos
dependientes de la energía exterior.
- Sostenibilidad a largo plazo de las
finanzas públicas. Por la crisis crecieron los gastos y se redujeron los
ingresos automáticamente. Ahora toca reducir ese déficit cerca del 4’3% (el
compromiso era del 3% en 2012). Tenemos una elevadísima deuda pública
acumulada.
- El reto de los retos (no hay quinto malo)
es la mejora de la productividad. “España no puede seguir creciendo por la
cantidad de factores productivos aportados, sino por la calidad de los mismos”.
Tamaño empresarial, innovación, digitalización y formación profesional adecuada
para trabajadores y empresarios.
El sexto reto es el medioambiental: invertir
en energías renovables y transformar nuestra forma de consumir, de trabajar, de
vivir. Gracias Jordi por el informe y esta valiosa síntesis.
En una línea similar, el maestro Emilio
Ontiveros reflexionaba sobre la relación entre productividad y función
empresarial. Partiendo de la cita de Paul Krugman en ‘La era de las
expectativas racionales’ (1994): “La productividad no es todo, pero en el largo
plazo es casi todo. La capacidad de un país para mejorar sus condiciones de
vida depende casi enteramente de su habilidad para elevar la producción por
trabajador”, recomienda encarecidamente ‘Crecimiento y empleo, una relación
turbulenta e incomprendida’ de Juan Francisco Jimeno (reseñado en su día en
este Blog). Según el DIRCE (Directorio Central de Empresas) del INE, de las
3.236.800 empresas que existían en España en enero de 2016 (último dato
disponible), sólo el 15’8% tienen una antigüedad de 20 o más años; el 20’1%
tienen menos de dos años. 1’79 M (55’3%) no tienen ningún asalariado. Sólo el
4% tiene 20 o más trabajadores. El profesor Ontiveros señala que “son muy pocas
las aproximaciones empíricas a este ámbito (calidad de la función empresarial)
en nuestro país”, con las excepciones de Vicente Salas y Emilio Huerta. El
presidente del BCE ha demostrado que la innovación proviene principalmente de
la calidad directiva. “La eficacia de las medidas para mejorar la productividad
en España crecería si la calidad de los directivos fuese más alta”.
Otro filosofo, Daniel Inerarity, trataba ‘La
supervivencia de Europa’. “Hay civilizaciones enteras que no han sobrevivido a
su crisis”. Todo nuestro léxico es material inflamable en manos de los
populistas, que denuncian una “conspiración de las élites”. La Unión Europea,
como dice Inerarity (y suscribo) no tiene que ver con la necesidad (mercantil)
sino con la libertad (esencia del talento). Una Europa abierta, común y fuerte.
En política internacional, Moisés Naïm
considera que ‘Los americanos blancos se están muriendo’. Los varones
caucásicos de menor educación, especialmente. El Nobel Angus Deaton y Anne Case
(Princeton) denuncian que la mortalidad de éstos era en 2015 un 30% más alta
que la de los afroamericanos. Las causas son el desempleo y las “desventajas
acumulativas”: hábitos disfuncionales como “la muerte por desesperanza” (no ven
un futuro para ellos ni sus familias). La mitad toma medicinas contra el dolor
y dos tercios consume opiodes. Más muertes por consumo de drogas que por armas
y accidentes de coche. Los hispanos, por el contrario, no añoran un pasado
mejor, porque no lo tuvieron. No nos extraña que esos WASP votaran en un 60% por
Trump.
Y Rosa Montero, sobre ‘Las nietas de esas
brujas’. Las manifestaciones feministas del 8 de marzo fueron especialmente
activas (en Madrid, Asunción, Montevideo). Debe ser por la que está cayendo. “Somos
las nietas de todas las brujas a las que no pudisteis quemar” (cartel en la
manifa de Gran Vía).