La dimensión temporal y el arte de vivir, por Rüdiger Sfranski


Domingo madrileño más primaveral que otoñal. Recomiendo la exposición en el CaixaFórum ‘Agon! La competición en la antigua Grecia’, que estará hasta el 15 de octubre. Organizada por el comisario Peter Higgs, especialista en escultura y arquitectura griegas del British Museum. Niké, la diosa de la victoria, nos recibe y nos presenta la idea helena de competitividad, desde los juegos infantiles y los certámenes teatrales y musicales a la guerra y el deporte. Y también “El mercadillo del gato”, en el Hotel The Westin Palace. Moda, tendencias, joyería y artesanía.
He estado leyendo ‘Tiempo, La dimensión temporal y el arte de vivir’, de Rüdiger Safranski. Safranski, el maestro de la biografía humanística alemana, tiene el talento de desentrañar las ideas más complicadas. En este libro de 2015 (de 2017 en castellano) recoge una serie de conferencias, “Discursos sobre el humanismo”, en su caso sobre el tiempo.
El autor divide la obra en diez capítulos:
1.     Tiempo del aburrimiento. El humano es el único animal que puede aburrirse. Llamamos aburrimiento “al encuentro paralizante con el puro pasar del tiempo”. En alemán “longweille”, aburrimiento, es “rato largo”. Schopenhauer lo relacionó con los ciclos de la vida. Thomas Mann, con la uniformidad. “En la medida en que los sucesos pierden densidad, llama la atención el tiempo”.
2.     Tiempo del comienzo. Un trabajo nuevo, un tiempo nuevo. Como ejemplo, “El castillo” de Franz Kafka. La persona incluye su constante comenzar. “Una posibilidad es el olvido”. “Quien comienza, actúa”. Y cambia la relación con el tiempo.
3.     Tiempo del cuidado. El cuidado está dirigido al tiempo.”El yo pienso ha de acompañar todas mis representaciones” (Kant). El tiempo del cuidado es lo abierto, representado como indivisible. Ulrich Beck analizó ‘La sociedad del riesgo’. Donde hay riesgo crece también lo que le salva, según Hölderlin. 
4.      Tiempo socializado. El que miden los relojes. Que dirigen la conducta. Una institución para socializar el tiempo es el reloj; otro es el dinero. Una construcción social sin valor material.
5.     Tiempo gestionado. Vivimos bajo un régimen riguroso de gestión del tiempo. La escasez del tiempo es una consecuencia de cómo se introdujo en la conciencia social y fue elaborado. Max Weber explicó que la aversión a dilapidar el tiempo fue un presupuesto intelectual del capitalismo. “La vida castiga al que llega demasiado tarde” (Gorbachov).
6.     Tiempo de la vida y tiempo del mundo. El hombre es un ser excéntrico, que piensa hacia fuera. El tiempo de la vida es limitado, parte de un principio y tiene un antes y un después irreversibles. En el cristianismo, acaba con la salvación y el juicio universales. Hegel transforma la confianza de la Fe en la racionalidad del mundo, y Marx le sigue con su idea de progreso.
7.     Tiempo del espacio del mundo. Leyes desde Newton hasta Einstein, desde Galileo hasta Heisenberg. “Teoría de la relatividad especial” (1905) y “general” (1915).
8.     Tiempo propio. Regulaciones cronométricas internas. Como ejemplos, Proust, Bertolt Brecht y Sartre (‘El ser y la nada’).
9.     Jugar con el tiempo. El tiempo es la materia de la que estamos hechos. Bocaccio, Dante, Homero. Hamlet va a un ritmo lento. Marcel Proust: ‘En busca del tiempo perdido’.
10.  Tiempo pleno y eternidad. La eternidad ha sido el tema de la religión y la metafísica. El tiempo originado es el de la sucesión. A finales del XIX surge una mística secular y profana. La consciencia es contradictoria, mortal y eterna. Para Sócrates el alma es más que un estado de ánimo, es el principio de vida del espíritu. Un final abierto ante nosotros.

Un libro sumamente interesante. Gracias, Agustín, por la recomendación y el regalo.

La canción de hoy es ‘No puedo dejarte de amar’, de Kalimba con Jesús Navarro: www.youtube.com/watch?v=BqF7mqrlqhA  “Y es así…”        

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